En los últimos tiempos se ha dado mucha publicidad a la noticia de que los bebedores de vino sufren menos ataques cardíacos y viven más que los abstemios a este líquido. El efecto protector del vino sobre el sistema cardiovascular se ha atribuido a un compuesto denominado resveratrol, que, según han demostrado los investigadores japoneses, previene la aterosclerosis en animales de laboratorio. Otro de los descubrimientos realizados a partir de la uva es que el mosto de las uvas rojas tienen tanto resveratrol como la mayoría de los vinos y, en algunos casos incluso más. Además las uvas son un buena fuente de ácido elágico, considerado como un potente compuesto anti- cancerígeno. En segundo lugar, las uvas son ricas en boro, un mineral que ayuda a mantener alto el nivel de estrógenos en la sangre de las mujeres posmenopaúsicas. Contribuye a prevenir osteoporosis o el adelgazamiento de los huesos en las mujeres maduras, mantiendo los estrógenos, elementos esenciales para la absorción de calcio.

MACEDONIA DE PERAS Y UVAS
Pele 2 peras, córtelas por la mitas y quíteles las pepitas. Corte las mitades en finas rodajas, póngalas en un cuenco de cristal y rocíelas con el zumo de un limón. Lave las uvas granas, quíteles las pepitas y mézclelas con las peras. Rocíelas con 2cl de licor de pera, tape el cuenco y déjelo reposar durante 30 minutos en el frigorífico. Sírvalo espolvoreado con pistachos picados. Si no desea añadir alcohol, utilice zumo de peras. Y utilice siempre fruta madura.